Tomás Marín de Poveda
Tomás Marín de Poveda | Bienvenido a Biografías |
Gobernador de Chile
Marín de Poveda, Tomás, Marqués de Cañada Hermosa de San Bartolomé (I) (☆ Lúcar (Granada), 26 de febrero de 1650 –† Santiago de Chile, 8 de octubre de 1703). Militar, gobernador, presidente de la Real Audiencia del Reino de Chile, Caballero de la Orden de Santiago.
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Fue hijo de Tomás López Marín y de María González de Poveda. A Indias pasó cuando era niño, junto a su tío el arzobispo de Charcas, Bartolomé González de Poveda, en 1687. Fue nombrado corregidor de Chayantas en Perú.
1670
Llegó por primera vez a Chile en 1670 con el gobernador Juan Henríquez.
1683
Luego, retornó a España, donde fue ascendido al grado de teniente general de Caballería y designado gobernador de Chile en 1683. Sin embargo, se vio obligado a esperar a que José de Garro —quien ejercía la gobernación en esos momentos— terminara su período.
1687
Este año se ordenó como Caballero de la Orden de Santiago.
1692
Asumió su cargo de gobernador de Chile en 1692, año en que llegó a Santiago con un equipaje de tal magnitud, como ninguno de sus antecesores le había hecho.
Las principales preocupaciones de Tomás Marín de Poveda durante su administración fueron la Guerra de Arauco, las expediciones de piratas por las costas de Chile y las competencias y problemas con funcionarios de la Real Audiencia de Santiago.
Viaje a Concepción
Como primera medida —y después de obtener del Cabildo de Santiago una donación de mil caballos para el Ejército— el gobernador se dirigió a Concepción, con el fin de repartir el Real Situado. La situación que encontró en el sur del reino era bastante favorable para realizar un parlamento con los mapuches y procurar con ello la permanencia de la paz.
16 de diciembre de 1692; Se reunió con los caciques de la región de Arauco en el fuerte de San Carlos de Austria, en la zona de Yumbel. El éxito logrado en esta acción lo estimuló a poner en práctica la instalación de misiones religiosas, como lo había encargado el rey Carlos II. Este proyecto resultaba demasiado oneroso, por lo que hubo que reducir los gastos de sueldos y manutención del ejército.
Fundación de Rengo
Este año en noviembre de 1692 funda la Aldea de Río Clarillo, que después en 17 de septiembre de 1831 fue rebautizada con el nombre de "Villa de Rengo". Mediados de 1692 partió a Concepción para hacer repartos de tierras a los situados atrasados hasta entonces; para recibirse del y para casarse con doña Juana Urdanegui Laxan i Recalde, quien había viajado desde Lima a casa de unos familiares con ese objeto.
Fue en este viaje al Sur cuando don Tomás Marín de Poveda, buscando nuevas rutas que permitieran alejarse un tanto del camino Real que, en esa zona pasaba por Copequén, Guacarhue, Estacada, Malloa, El Tambo. Etc. Cruzó el Río Cachapoal, vadeándolo a la altura de Lo Miranda y, siguiendo una senda que hizo a golpes de machete y rozón, alcanzó hasta donde había escuchado decir que existían unos caseríos compuestos de varias poblaciones diseminadas y que algunos les llamaban los “Caseríos de Santa Ana”. Eran los primeros días del mes de noviembre de 1692.
El Gobernador había tenido noticias en Santiago sobre la productividad de estas tierras que le pertenecían al Reino y, por lo tanto eran tierras vacantes de las cuales podía disponer, don Tomás Marín de Poveda sabía que estas tierras estaban ubicadas cerca de la Pre-Cordillera, un buen Río, circundadas por “Tumbaos” indígenas dispuestos a la Paz, muy distinto de lo que acontecía del camino Real escenario de frecuentes salteos y “malones”.
La belleza de los campos, el clima saludable, las aguas cristalinas del Río Claro, algunas Rucas o Mediaguas de algunos avezados que constituían la avanzada de la Conquista en esta zona, otras casas diseminadas que formaban una especie de cinturón del lugar elegido, tales como Rinconada de Los Rodríguez, Lo Césares, Lo Migueles, Lo Cartagena, Lo de Lobo, etc. Los Tumbaos de Popeta y Huilquío, La Chimba, Chanqueahue, Panquehue, La Puntilla, El Cóbil, etc. Determinaron al Fundador echar las bases de un “Lugar de Río Claro”, con cuyo nombre entre en las páginas de la historia, los primeros días de noviembre de 1692, en la ciudad de Rengo, para transformarse con el andar de los años en su nuevo emplazamiento en la ciudad de Rengo[1].
Piratas
Los piratas habían abandonado sus correrías por el Pacífico. Sin embargo, nuevamente aparecieron por las costas chilenas durante el gobierno de Marín de Poveda. En abril de 1692 llegó a Huasco un buque pirata que causó alarma entre la población. Dos años más tarde, durante el mes de enero, otra nave arribó a Concepción y rápidamente se apoderó del buque Santo Cristo. Su dueño, el capitán Juan de Güemes Calderón, consiguió la liberación de la tripulación y la devolución de su barco a cambio de un rescate de 6.000 pesos, vino y aguardiente.
El gobernador, que se encontraba en Concepción, no se mostró dispuesto a tratar con los piratas y decidió ordenar la captura de la nave. Para ello dispuso de tres barcas y cincuenta hombres que atacaron a la nave y después de un reñido combate recuperaron el buque secuestrado, aunque no pudieron dar caza a los extraños.
1693
En Concepción el año 1693, se festejó con un espectáculo taurino la llegada del nuevo presidente Tomás Marín González de Poveda.
Este mismo año en Concepción, contrajo matrimonio con Juana de Urdanegui y Oviedo, hija de los marqueses de Villafuerte.
1694
Este año reaparecieron los ánimos de sublevación entre los naturales, y Marín de Poveda resolvió entonces iniciar una campaña, llevando con él las milicias de Santiago. Reunidos mil seiscientos soldados españoles y dos mil indígenas amigos, avanzó hasta el paraje llamado Choque-Choque. Los mapuches no presentaron combate y, por el contrario, se avinieron a celebrar un parlamento, donde se establecieron las condiciones de paz durante diciembre de 1694.
Plan de pacificación
En el plan de pacificación del gobernador se consideraba la despoblación de Chiloé y el traslado de sus habitantes al antiguo emplazamiento de Osorno. Sin embargo, este proyecto no prosperó. No obstante, insistiendo en la necesidad de que los naturales vivieran más cerca de los españoles para facilitar la evangelización y buen gobierno de aquellos, Marín de Poveda dispuso la fundación de cuatro pueblos de indígenas en las localidades de Rere, Itata.
Durante su mandato, Marín de Poveda también tuvo que enfrentar una serie de conflictos de competencias con los oidores de la Real Audiencia. Una de las principales dificultades la provocaban los juicios sumarios en contra de individuos que, no siendo del ejército, servían en las milicias. Según los oidores, en dichos juicios —realizados por los jefes militares— se dictaban sentencias ilegales, además de no cumplirse con varios procedimientos establecidos.
Algunos milicianos apelaban a la Audiencia, la que revocaba los fallos anteriores, produciendo un conflicto entre las autoridades, porque el gobernador los consideraba atentatorios a la buena administración.
Tomás Marín de Poveda culpaba a los oidores de obstaculizar las tareas en pro de la reducción de los indígenas y la eventual pacificación del Reino de Chile. Al respecto, le señalaba al Rey: “Si no se me hubiera tenido las asistencias ordinarias que han tenido otros Gobernadores, dejara esta guerra enteramente concluida”. Sin embargo, y a pesar de esos problemas, el gobernador resumía como sigue sus logros:
“No obstante estos impedimentos y dificultades, quedan bautizadas dieciséis mil personas, pobladas todas las reducciones hasta lo más dilatado, hecho iglesias en la cabeza principal de cada una y capillas en sus anejos, admitidos sacerdotes y fiscales, y sin ninguna dificultad la enseñanza de los niños todos los días, y los de fiesta de los adultos, con que se puede creer que si todo esto se ha hecho faltando las asistencias de los situados, y con las constantes contradicciones, emulaciones e impedimentos, si hubiera tenido los unos y faltado los otros, se hubiera conseguido el todo y logrado un tan gran servicio de ambas majestades”.
† Su muerte en 1703
El gobierno de Tomás Marín de Poveda llegó a su fin a causa de su repentina muerte ocurrida en Santiago el 8 de octubre de 1703. Tras su deceso dejaba una viuda y seis hijos, dos hombres y cuatro mujeres que se perpetuaron en el reino y en Perú.
Su Majestad el rey Felipe V le había concedido la merced nobiliaria de "Marqués de la Cañada Hermosa de San Bartolomé" por Real Despacho de 21 de agosto de 1702. Su repentina muerte impidió que sacase despacho del mismo, lo que hizo su hijo José Valentín Marín de Poveda y Urdanegui.
Fuentes y Enlaces de Interés
- D. Rosales, Historia General del Reyno de Chile. Flandes Indiano, Valparaíso, 1877
- J. T. Medina, Diccionario Biográfico Colonial, Santiago, Imprenta Elzebiariana, 1906
- F. A. Encina, Historia de Chile, Santiago, Editorial Nascimento, 1940
- J. L. Espejo, Nobiliario de la Capitanía General de Chile, Santiago, Editorial Andrés Bello, 1956
- A. Ovalle, Histórica Relación del Reyno de Chile, Santiago, 1969
- M. Zabala Menéndez (dir.), Historia Española de los Títulos Concedidos en Indias, vol. I, Madrid, Editorial Nobiliaria Española, 1994, págs. 415-417
- S. Villalobos, Historia del pueblo chileno, t. IV, Santiago, Editorial Universitaria, 2000
- D. Barros Arana, Historia General de Chile, Santiago, Editorial Universitaria, Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, 2000.
- Historia de las Corridas de Toros en Chile