Submarino Flach
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Primer submarino chileno, construido en 1866
El Flach fue el primer submarino chileno construido en 1866, diseñado por el ingeniero alemán avecindado en Valparaíso, Karl Flach. Fue el primer submarino en Hispanoamérica, transformando a Chile en el 6º país del mundo en contar con un submarino operativo.
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El Submarino Flach –propulsado por fuerza humana- fue construido por este ingeniero tras la petición del Presidente de la época, José Joaquín Pérez, para que empresarios inventaran armamentos destinados a defender Valparaíso de los ataques de la flota española en la guerra de 1865-1866.
La construcción del primer submarino chileno, el segundo de América, el quinto en el mundo, fue producto de la creación del inmigrante alemán avecindado en Valparaíso Karl Flach. Cabe recordar que entre los años 1865 y 1866 Chile y Perú libraban una guerra contra España. Esa fue la razón principal por la que el entonces Presidente de la República, José Joaquín Pérez, pidió a los empresarios crear armas de defensa para los puertos. Tras ese llamado se presentaron dos prototipos de submarinos: Tipo cigarro, del ingeniero Gustavo Heyermannn, construido en Santiago; y el del ingeniero Karl Flach, construido en una maestranza ubicada en el sector de las Torpederas en Valparaíso.
Ninguno de los proyectos estuvo listo para ser empleado en la defensa del puerto, el que fue finalmente bombardeado el 31 de marzo de 1866 por la escuadra española del Brigadier Casto Méndez Núñez.
La tripulación
Estaba integrada por siete alemanes, en los que se incluía a Flach (el constructor) y su hijo de 16 años; además iban dos franceses y dos Chilenos, Adolfo Pulgar y Francisco Rodríguez.
Historia
Antes del 3 de mayo de 1866, Karl Flach ya había realizado varias pruebas de inmersión en forma satisfactoria y ésta era la primera en que se iba a aventurar un poco más lejos de la costa.
Pero, según registros oficiales de la época, el alemán no avisó de este ensayo a la Armada. El Capitán de Fragata Galvarino Riveros notificó en una carta enviada al comandante general que el día anterior a la tragedia se encontró en la calle con Flach y que éste le dijo que no tenía fecha para una nueva prueba mientras no se mejorara de un resfriado.
4 de mayo
4 de mayo de 1866: Este día, el ingeniero estaba euforico, preso de su propio entusiasmo. No sólo llevó a su hijo de 16 años al submarino, sino que intentó que lo acompañara una de sus tres hijas, lo que fue impedido por su esposa. Estaba decidido a comprobar hasta dónde podía llegar y, según un parte de la Gobernación Marítima, Flach desoyó los consejos del oficial naval a cargo y tampoco permitió que le engancharan una boya a la nave para monitorear la dirección que llevaba.
Una gran expectación es la que se vivía en la rada de Valparaíso la mañana del 4 de mayo de 1866. Ante la mirada de un grupo de curiosos, 11 personas ingresaban a un extraño cilindro de fierro de 12,5 metros de largo. Se trataba del primer submarino propulsado con fuerza humana y fabricado en nuestro país. Ese día se realizaría su primer viaje oficial. Pero este hecho histórico en pocas horas se transformó en una tragedia. Por circunstancias que hasta hoy 147 años después se desconocen, el submarino se clavó en el espeso sedimento del fondo marino.
9:00 am
Hora en que empezó su navegación. Varias veces salió a flote y volvió a bajar.
15:00 horas
A las tres de la tarde no se ha visto todavía salir al bote submarino. La última sumersión se hizo cerca del fondeadero de los vapores. Uno de los prácticos que andaba en un bote se aburrió de esperarlo y se vino a tierra. Diez hombres andaban a bordo del bote submarino”, señaló al día siguiente el diario El Mercurio de Valparaíso.
5 de mayo
La autoridad marítima de Valparaíso ordenó a todas sus unidades realizar la rebusca del submarino que aún no afloraba, y pasado medio día, un par de remolcadores lograron identificar, a un costado del dique Santiago, una línea de burbujas que subían desde la profundidad a la superficie.
6 de mayo Intentos de Rescate
6 de mayo de 1866: Dos días después de su inmersión,un buzo chileno logró ubicar el submarino en la posición señalada, a unos 50 metros de profundidad, tarea a la que se sumó el buzo John Wallace, de la fragata inglesa HMS Leander, quien logró amarrar el submarino para intentar reflotarlo.
Dos remolcadores y una fragata inglesa intentaron reflotar al submarino, luego de que un buzo encontrara el armatoste tumbado en el fango. No hubo caso. Varias veces se cortaron las cadenas y las labores se suspendieron. Nadie más buscó la forma de rescatar los cadáveres. Todos los esfuerzos fueron inútiles. Hasta ahora el Flach permanece en el fondo de la rada de Valparaíso.
Características
• Eslora: 40 pies (12, 5 mts) • Diámetro: 8 pies (2,5 mts) • Velocidad: 2-3 nudos • Propulsión: dos hélices movidas por un cigüeñal que giraban por la fuerza muscular de los tripulantes • Armamento: 1 cañón en su punta y 1 cañón de retrocarga, disparados bajo del agua • Tripulación: 11 personas (7 alemanes -donde se incluye a Flach y su hijo de 16 años- dos franceses y dos chilenos -Adolfo Pulgar y Francisco Rodríguez).[1]
El submarino Flach fue armado completamente con planchas de fierro. Tenía un largo de 12,5 metros y un peso cercano a las 100 toneladas. Quizás lo más increíble es que se movía gracias a la propulsión humana, con pedales que movían sus dos hélices. Un completo sistema de arrastre de pesos de un lado a otro de la nave hacia que se hundiera. Justamente allí parece que radicó la falla. Así al menos lo cree Salvador Villanueva, inventor, buzo e ingeniero en pesca.
“Flach no tenía experiencia submarina y fue muy imprudente en una navegación relativamente compleja. El equilibrio de los pesos es muy frágil. Creo que se produjo un desorden a bordo. La gente que se fue a proa e inclinó el submarino. Luego se fueron hasta el fondo sin poder salir de allí”, indicó el experto.
El submarino contaba con dos cañones y una escotilla. Para poder activar el cañón de retrocarga, “el Flach debía salir a superficie e inclinarse mediante pesos. De esa manera, la trompa de la nave se elevaba y se podía disparar el cañón”, comentó Villanueva, quien realizó un dibujo que recrea el interior del Flach.
La prensa relataba en detalle la tragedia
“Ya está perdida toda esperanza; aquellos desgraciados han perecido víctima de su arrojo y de su falta de previsión (…) El constructor de la embarcación es un padre de siete hijos, el mayor de los cuales tendría unos catorce años, y lo acompañaba en su arriesgada empresa. Queda una viuda en el más absoluto desamparo. Esto es desgarrador”.
Junto con agregar que entre la tripulación estaban, además, dos chilenos, dos franceses “y los demás (eran) alemanes”, la nota hace una larga crítica a la temeridad con que se actuó, pues se trataba de “una navegación más llena de peligros y menos experimentada que los viajes aéreos”.
Busqueda 2006
El documentalista Juan Enrique Benítez, buzos tácticos de la Armada y un grupo técnico de profesionales de la Universidad Internacional SEK, realizaron la primera búsqueda formal con el objetivo de encontrar esta reliquia naval desconocida para una gran mayoría de compatriotas.
“Creemos que la hazaña del industrial Karl Flach y de su submarino impulsado por fuerza humana -un desarrollo tecnológico notable para esa época- es un extraordinario suceso lleno de valor histórico que traspasa las fronteras y que es necesario rescatar del olvido, difundirlo y darlo a conocer a una enorme cantidad de chilenos y a un público internacional que desconocen este increíble invento tecnológico realizado por un inmigrante alemán que dio su vida, la de su hijo y nueve personas más para defender nuestra nación”, afirmó en esos años Benítez.
En la búsqueda, se utilizó tecnología de punta como “magnetómetro digital, sonar de barrido lateral, perfiladores de fondo e instrumentos acústicos especiales para detectar elementos cubiertos por sedimentos”, cuenta Pedro Pujante, quien por esos años era decano de la Universidad SEK y responsable de la parte técnica de la búsqueda junto a la Armada de Chile.
Pujante hoy es director del Instituto de Arqueología Náutica y Subacuática, y recuerda algunos aspectos vinculados a la investigación y búsqueda que se realizó en la rada de Valparaíso. “El proyecto se realizó en una serie de etapas que se fueron cumpliendo. Se hicieron una serie de análisis en la zona y se detectaron varias zonas donde pudiera estar el submarino sumergido bajo el sedimento marino. Sin embargo, se debía iniciar una nueva etapa que hasta ahora no se ha realizado, pero no se puede descartar. En su momento el Flach fue muy mediático, pero hay otros hallazgos importantes en Chile”.
El experto asegura que existen una serie de otros naufragios a nivel nacional que también requieren una preocupación por parte de las autoridades. “Un claro ejemplo es la Esmeralda que se encuentra sumergida y no existe una preocupación por su estado. No se ha realizado ningún estudio que dé cuenta de la situación en la que se encuentra. A mi juicio se debe hacer un estudio y determinar su deterioro. Conozco personas que han buceado en diferentes etapas y me han señalado que han desaparecido algunos cosas”, indicó Pedro Pujante.Como asegura el experto, nuestro país posee una gran cantidad de naufragios que pueden ser estudiados y protegidos, pero ese será tema de otro reportaje, por ahora el primer submarino fabricado en nuestro país sigue sumergido en el fondo marino, pero gracias al esfuerzo de personas como Juan Enrique Benítez, Pedro Pujante e instituciones como la Armada, su historia pudo ser conocida por el público.
2018
El submarino se encuentra en la bahía de Valparaíso a una profundidad aproximada de 42 metros y a una distancia de 300 desde la bahía. Fue buscado desde 2006 en la primera gran búsqueda que se hizo, en esa época participé del proyecto hasta 2007 y posteriormente hasta 2011. El 21 de abril de 2007 lo encontramos, misma fecha que hizo su primera navegación pero en 1866”[2].
Pizarra
- “Veinte Mil Leguas de Viaje Submarino”, de Juio Verne, se publicó cuatro años después, en 1870.
- Flach desoyó los consejos del oficial naval a cargo y tampoco permitió que le engancharan una boya a la nave para monitorear la dirección que llevaba.
- El diario La Patria especuló con una falla en el sistema de inmersión o que el invento no soportó la presión al sumergirse demasiado y se partió.
- Dos remolcadores y una fragata inglesa intentaron reflotar al submarino, luego de que un buzo encontrara el armatoste tumbado en el fango. No hubo caso. Varias veces se cortaron las cadenas y las labores se suspendieron. Nadie más buscó la forma de rescatar los cadáveres. Hasta hoy.
- En la Bahía de Valparaíso hay cerca de 500 naufragios documentados desde el siglo XVI, un verdadero cementerio submarino declarado monumento histórico en 1996.
Fuentes y Enlaces de Interés
- History of submarines /en ingles
- EMOL/Al rescate del Flach/Infografía
- submarinistas/historia
- OPERACIÓN “BÚSQUEDA SUBMARINO FLACH” UNA DEUDA PENDIENTE CON LA HISTORIA NAVAL CHILENA 1866 – 2006
- Submarino Huber
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