Mateo Crawley-Boevey
Mateo Crawley-Boevey | Bienvenido a Biografía |
Presentación
Mateo Crawley-Boevey (☆ Sachaca un 18 de noviembre de 1875-† Valparaíso, 4 de mayo de 1960). Fue apóstol mundial del Sagrado Corazón de Jesús. Hijo de el caballero inglés Carlos Octavio Crawley-Boevey y su madre María Francisca de Murga y Murguía[1]. A pesar de no haber nacido en Chile, el decía ser Chileno a donde fuese, y era conocido como el padre chileno Mateo.
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1884
A los 9 años emigraron a Valparaíso en Chile y allí estudió con los religiosos de los Sagrados Corazones, en cuyo instituto ingresó posteriormente en 1891 y se ordenó de sacerdote en 1898. Ejerció como profesor en el colegio de la Orden.
De igual modo, atendió la Asociación de los Sagrados Corazones y animó espiritualmente varias obras sociales. Con el nombre de Curso de Leyes fundó una Facultad de Derecho que sería el embrión de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. A punto del stress por su entrega desmedida para socorrer a los damnificados por el terremoto de 1906 en Valparaíso, sus superiores le enviaron a Europa en viaje de descanso.
1888
Cuando contaba trece años el mundo se enteró de la piadosa muerte del Padre Damián de Veuster, el apóstol de los leprosos, que pertenecía a la congregación de sus educadores. Este hecho no dejó de ejercer su influencia en la naciente vocación del joven Eduardo, que, edificado por el ejemplo del héroe de Molokai, se decidió a entrar en los Sagrados Corazones.
1891
Al principio su padre se opuso, pero finalmente lo dejó marchar, comenzando su noviciado el 2 de febrero de 1891.
1892
Desde el principio se distinguió el novicio Crawley-Boevey por su fervor eucarístico, pasando mucho tiempo en adoración ante el Santísimo en la capilla. Sus superiores se mostraron siempre contentos de él por su observancia y regularidad. Hizo la profesión temporal el 11 de septiembre de 1892. Entonces cambió su nombre de Hno. José Estanislao por el de Hno. Mateo, para no ser confundido con otro religioso que llevaba el mismo nombre. El Padre General quiso enviarlo a estudiar a la Universidad Católica de Lovaina para completar sus estudios, pero el Padre Provincial de Chile consiguió retenerlo.
1898
17 de diciembre de 1898 Este día fue ordenado sacerdote por el arzobispo Jaime Casanova y Casanova en la Catedral de Santiago de Chile.
1906
Su primer apostolado fue entre los obreros de Valparaíso en el seno de la llamada Acción Social, obra de la Iglesia para paliar y remediar en lo posible la triste situación de explotación que sufrían los trabajadores por entonces. El Padre Mateo sabía ganarse a la gente por su sincera preocupación por sus problemas y por su contagiosa confianza en Dios.
Su gran caridad quedó de manifiesto con ocasión del terrible terremoto que azotó Valparaíso el 16 de agosto de 1906, destruyendo prácticamente por completo la ciudad. Tanto se desvivió por socorrer a los damnificados que cayó seriamente enfermo. Entonces los médicos recomendaron a sus superiores que lo enviaran de viaje para reposarse, como así hicieron[2].
1907
24 de agosto de 1907: Llega al santuario de Paray.le-Monial, lugar donde se apareció el Sagrado Corazón a Santa Margarita María de Alacoque. Allí se recuperó de su quebrantada salud y vio claramente cuál sería la vocación para el resto de su vida: Conquistar todo el mundo para el amor del Corazón de Jesús, casa por casa, familia por familia, entronizándolo en todos los hogares. Cuando expuso el plan al Papa San Pío X, le complació tanto que le dijo: “No sólo te permito, sino que te mando, hijo mío, dar tu vida por esta obra de salvación social”.
Vuelve a América e inicia su cruzada en Valparaíso y la continúa por todo Chile. Fundó la revista "El Primer Viernes" y escribía artículos en otras revistas y periódicos. Posteriormente, su congregación lo destina a Europa para difundir el mensaje misericordioso del Corazón de Jesús; Inglaterra, Bélgica, Holanda, Suiza, Portugal y España se benefician de su encendida prédica.
1914
Llega a París en el momento en el que las tropas alemanas se disponían a invadir la capital. Un dominico de Saint-Maximin resumió su impresión de esta manera: Al principio, uno queda desconcertado por esa oratoria que no es oratoria, por esas frases elípticas, esas imágenes inesperadas, esos gestos apasionados... y luego, uno está cogido, se pone al unísono, y cuando al final el predicador hace aclamar a Cristo Rey: "Te amo, Jesús, porque eres Jesús", brotan lágrimas de muchos ojos.
De Francia se trasladó a España, donde fundó treinta y ocho centros. En este último país promovió el gigantesco monumento en el Cerro de los Ángeles para consagrar la nación al Corazón de Jesús.
En su libro Rey de Amor, [3] da algunos pormenores interesantes sobre la estatua del Corazón de Jesús del Cerro.
1919
30 de mayo de 1919: El misionero llegó a España para pronunciar las tres conferencias del triduo preparatorio a la entronización oficial. En Madrid dio una serie de conferencias en el “Centro de Defensa Social” organizadas por Rafael María Lázaro y Severino Aznar. En una de ellas lanzó la idea de erigir el Monumento. La idea madura y probada por el Obispo de Madrid-Alcalá, don Prudencio Melo, del Secretariado de la Entronización se encargó de lanzarlo y organizarlo por todo el país, especialmente recaudar los fondos. El Secretariado funcionó en el Colegio de las Madres de los SSCC presidido por la Duquesa de la Conquista, dama de honor de la reina Victoria. El P. Calasanz Baradat, SSCC, director, recorrió el territorio español para impulsar el proyecto y organizar la suscripción. El Monumento sería como un estandarte de gloria cristiana en torno del cual almas y familias españolas debían agruparse aclamando en la vida del hogar y de la nación la Realeza Divina de Cristo Rey. El pueblo español, con el Rey a la cabeza, respondió generosamente y se obtuvieron medio millón de pesetas. “Debo aquí, por noble, a poner de relieve un gesto bellísimo.
El embajador del Perú ante la Santa Sede, señor Goyeneche, conde de Guaqui y grande España, pagó la estatua colosal del Corazón de Jesús. Y en carta que me escribió a este efecto me decía: “Quede constancia que es mi intención honrar por cierto al Sagrado Corazón, pero manifestar también muy solemnemente la gratitud del Perú a aquella España católica que nos civilizó con la fe de Cristo y con la morar del Evangelio”. Un tío de este embajador fue el Arzobispo Goyeneche, de Lima. Pagado el Monumento, hubo un superávit, suma que el Secretariado invirtió en un rico y artístico copón destinado a la Comunión de los peregrinos que vendrían a asistir al Santo Sacrificio de la Misa celebrado en el Altar del Monumento nacional.
El nuevo Papa le dio la misión de instruir a los misioneros en la India, Ceilán, la China, Indochina, Japón y las islas Hawai. Fueron 50 años de ininterrumpida predicación. Fue padrino en la ordenación sacerdotal de nuestro querido Cardenal Landázuri. Promovió la “entronización del Sagrado Corazón de Jesús en los hogares”, la adoración nocturna en el hogar, así como los monumentos dedicados a Cristo en lugares visibles. Su objetivo era “hacer vivir en el hogar y por el hogar, célula social, el divino llamado: ‘Quiero reinar por mi Corazón’. Una de sus obras escritas fue “Horas Santas”, auténtica llamarada de amor a Cristo como muestra en esta oración:
“¡Jesús sigue revelando las maravillas de tu Corazón desde esa Hostia!...Avanza, Dios oculto y vencedor, avanza, conquistando en el comulgatorio alma por alma, familia por familia hasta que la tierra entera exclame, alborozada: ¡Alabado sea el Divino Corazón en su Eucaristía salvadora...; a Él, sólo a Él, en los altares, gloria y honor por los siglos de los siglos; venga a nos tu reino!”.
Narra Fernando Cordero Morales ss.cc. que Pío XI le concedió cinco audiencias y le envió otra carta autógrafa, como lo hiciera antes su predecesor Benedicto XV. En una de las audiencias, el P. Mateo regaló al Papa un medallón con la imagen del Sagrado Corazón. Pío XI le comentó: La pondré en mi despacho y cuantas veces la mire te enviaré mi bendición. Y aún más patente queda la gran estima que tenía el Papa al apóstol del Corazón de Jesús cuando el gobierno de Perú solicitó al Sucesor de Pedro el nombramiento del P. Mateo para Arzobispo de Lima: ¿Qué quiere el señor Presidente de la República -contestó el Papa- que haga yo del Padre Mateo un coronel-comandante en plaza, o que le deje ser bombardero del Corazón de Jesús en todo el mundo?
1930
Otro empeño original de nuestro infatigable misionero fue la adoración nocturna en los hogares. Pío XI bendijo esta obra e hizo mención del P. Mateo en su discurso del 29 de mayo de 1930 a la Juventud Femenina Católica de Italia al felicitarlas por participar en la adoración nocturna en el hogar, que constituye un acto exquisito y delicado de piedad y amor cristiano para el Corazón de Jesús; un delicado acto de devoción que necesitó para iniciarse un corazón apostólico como el del Padre Mateo.
1949
10 de abril de 1949: Al comienzo de la Semana Santa de 1949 sufrió el primero de los muchos ataques de corazón que habían de sucederse en los once años que aún le quedaban de vida.
1955
En enero de 1955 manifestaba: Cada vez estoy más enfermo. Todo me cansa y debo suprimir muchas de las cosas bellas que debo hacer, reteniendo únicamente las indispensables. Quiero decir que debo dejar mis pocas fuerzas para poder celebrar la Misa y recitar mis plegarias. A su enfermedad se añadió una úlcera en su pierna derecha.
1959
Este año fue ingresado en la Clínica de Valparaíso, donde un cáncer en la sangre le impidió celebrar la eucaristía, que constituía el centro de su vida.
1960
14 de enero de 1960: lamentablemente este día, los médicos decidieron amputarle la pierna, ante el avance imparable de la gangrena. La amputación se practicó pero la herida no se cerró y la gangrena apareció pronto en la otra pierna. Su Provincial expresaba en una carta: El P. Mateo sufre atrozmente, pero todo lo soporta con un espíritu sobrenatural admirable. Y el propio enfermo escribía: ¡El cielo se aproxima... y así yo cantaré las misericordias del Señor eternamente!
† Su muerte en Valparaíso
4 de mayo de 1960: Este día quien fuese el apóstol mundial del Sagrado Corazón de Jesús, según la denominación de Pío XI, murió en Valparaíso, a los 85 años de edad. Fue sepultado en la cripta de la iglesia de los Sagrados Corazones de Valparaíso.
Al enterarse de su muerte el ahora beato Juan XXIII, envió, por medio del Cardenal Secretario de Estado, al Superior General de la Congregación de los Sagrados Corazones el siguiente mensaje: El Santo Padre está totalmente familiarizado con la misión que este infatigable apóstol llevó a cabo durante toda su vida: la difusión del culto del Sagrado Corazón. Por esto es consolador el pensar que la triste pérdida que ha sufrido la Congregación de los SS. Corazones se compensa con la presencia en el cielo -como podemos creer- de un nuevo y poderoso protector[4].
Libros
- Jesús, Rey de amor: Crawley-Boevey, Mateo
- Hora Santa Especial para la Adoración Nocturna en el Hogar.Crawley Boevey, Mateo
- El R.P. Mateo Crawley-Boevey, SS.CC., y su obra : sus conferencias en Sept-Fonts (Francia) acerca de El reinado social del Sagrado Corazón / traducidas por un padre de la Congregación de los Sagrados Corazones[5].
Fuentes y Enlaces de interés
- ↑ Fuente: Francisca Prieto, bisnieta de Doña María Francisca de Murga y Murguía madre de Mateo Crawley-Boevey
- ↑ Biografía del Padre Mateo
- ↑ 13 ª ed, Secretariado Nacional de la Entronización del Corazón de Jesús, Madrid, 1960
- ↑ aciprensa/Mateo Crawley-Boevey
- ↑ biblioteca.galiciana.gal/392379