Luis Francisco Romero
Luis Francisco Romero | Bienvenido a Biografías |
Arzobispo en Chile 1708-1717
Luis Francisco Romero, (☆ Alcobendas (Madrid), 1665 –† Sucre (antes La Plata) (Bolivia), 1729). Arzobispo.
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1674
Se trasladó joven a América, con la familia de Baltasar de la Cueva Henríquez, conde de Castellar, virrey de Perú (1674-1678), según González y Barnadas, pero Tauro[1] indica que lo hizo únicamente con sus padres, que puede que formaran parte del grupo acompañante del virrey.
1680
12 de marzo de 1680: Inició los estudios en Lima en el Real Colegio de San Martín.
1695
Regresó a España para concluir sus estudios y graduarse este año en Derecho (según González) o Sagrada Teología (Barnadas) en el Colegio de los Teólogos de la Madre de Dios de la Universidad de Alcalá de Henares, en 1695. A continuación volvió a Perú, siendo designado maestrescuela de Cuzco (González), ocupó una canonjía, una vacante en el Cabildo diocesano en la ciudad cuzqueña[2] y poco después fue ascendido sucesivamente a las de chantre, arcediano y deán en la misma Catedral de Cuzco.
1706
Felipe V lo presentó para ejercer el obispado de Santiago de Chile (recibió la consagración episcopal en Charcas, según González, o fue consagrado en La Plata en 1707, de acuerdo al criterio de Barnadas). Se confirmó en el cargo por la bula en junio de 1706.
11 de julio de 1706: Salio del Cuzco este día con destino a Chile.
1708
Tomó posesión del cargo de obispo, recién al cabo de dos años, en agosto de 1708.
En Chile, junto a José Manso de Velasco fueron “planificadores” de la fundación de ciudades durante el siglo XVIII (Universidad Gabriela Mistral).
1717
Posteriormente, en 1717 fue trasladado a la diócesis de Quito.
1718
7 de diciembre de 1718: Con mucha pena deja Chile y a muchos amigos, saliendo de Valparaíso este día.
1719
Toma posesión del cargo en Quito este año de 1719 (según Tauro) o en 1720 (de acuerdo a Barnadas).
En Ecuador, “el ilustrísimo señor Romero gozaba de la bien merecida fama de varón docto y muy conocedor de las ciencias eclesiásticas; su elección fue recibida en Quito con tanto agrado, que los canónigos se daban unos a otros el parabién por tener un tan distinguido prelado; y el día de la ceremonia de la toma de posesión arrojaron puñados de monedas de plata al pueblo, en señal de satisfacción y contento”.
1722
26 de marzo de 1722: Tres años después de la llegada del obispo Romero, se puso en ejecución el Real Decreto, por el cual se declara restablecida la Audiencia de Quito. El obispado de Quito era entonces mucho más extenso que lo que es ahora el Ecuador, y estaba dividido en vicarías eclesiásticas, de las cuales se contaban las siguientes: Pasto, los Pastos, Ibarra, Latacunga, Ambato, Riobamba, Alausí, Chimbo, Cuenca, Loja, Guayaquil, Portoviejo, Barbacoas y Macas. Asimismo, el obispo, al llegar en Guayaquil, la dividió en dos parroquias, instituyendo dos curas, uno en la ciudad nueva y otro en la ciudad vieja.
1726
Fue promovido a la arquidiócesis de Charcas o arzobispado de La Plata (Barnadas) o de Sucre (arquidiócesis de Sucre), saliendo de Quito en julio de 1726,
8 de agosto de 1726: Este día tomó posesión del cargo el que rigió hasta final de su vida, según Tauro, o como se indica en arquidiócesis de Sucre, lo hizo de 1726 a 1729.
† Su muerte en 1728 0 1729?
Según González[3], Luis Francisco Romero murió en Charcas en 1729, en cambio Barnadas[4] indica que fue en La Plata en 1728. Sobre la vida y obra de Romero, destaca el análisis que realiza Torres sobre su incidencia como obispo de Santiago de Chile en la guerra de sucesión de España; Lorenzo estudia su actividad de obispo conjuntamente en Santiago y en Quito, y Hartmann lo hace exclusivamente de Quito como filólogo o defensor de las lenguas nativas.
Destinos eclesiásticos de Romero
En relación con destinos eclesiásticos de Romero, se puede indicar que al consolidarse la conquista del Collasuyo, en el alto Perú (actual Bolivia), con la derrota de los charcas, se establecieron los españoles en Chuquisaca, donde fundaron el 29 de septiembre de 1538, la ciudad que llamaron La Plata, que con el tiempo llegó a ser la capital de la Real Audiencia de Charcas, perteneciente al virreinato de Lima y posteriormente al de Buenos Aires, y cuando se creó la república de Bolivia, se constituyó como su capital del nuevo país. El obispado de la Plata se creó el 27 de junio de 1552, por el papa Julio III, “sufragáneo” del arzobispado de Lima, sito en la ciudad de Chuquisaca, y “disgregado” del obispado de Cuzco, y mediante bula del papa Pablo V, de 13 de agosto de 1609, fue elevada a arzobispado, separándola del de Lima. En su actividad eclesiástica Luis Francisco Romero “aplicó su celo a combatir la relajación en los conventos de monjas, y a procurar que los curas atrajesen a los indios hacia las prácticas sacramentales” (Tauro). En su último destino, donó su biblioteca al seminario arquichidiocesano.
Fuentes y Enlaces de Interés
- ↑ *A. Tauro, “Luis Francisco Romero”, en VV. AA., Enciclopedia Ilustrada del Perú, t. V, Lima, 1987
- ↑ *A. Tauro, “Luis Francisco Romero”, en VV. AA., Enciclopedia Ilustrada del Perú, t. V, Lima, 1987
- ↑ F. González Suárez, “Libro cuarto: La colonia o el Ecuador durante el gobierno de los Reyes de España (1564- 1809)”, en VV. AA., Historia General de la República del Ecuador, t. V, Quito, Imprenta del Clero, 1894
- ↑ *J. M. Barnadas, El Seminario Conciliar de S. Cristóbal de La Plata-Sucre (1595-1995), Sucre, Archivo-Biblioteca Arquidiocesanos Monseñor Taborga, 1995, págs. 98-252
- A. de Egaña, Historia de la iglesia en la América española, Madrid, Editorial Católica, 1966, págs. 676-934; C. Oviedo Cavada, Los obispos de Chile, 1561-1978, Santiago de Chile, Editorial Salesilna, 1979, págs. 154-155
- M. Torres, “El obispo de Santiago de Chile, don Luis Francisco Romero y la Guerra de Sucesión de España”, en Boletín de la Academia Chilena de la Historia, n.º 101 (1990), págs. 281-293
- S. Lorenzo, “Monseñor Luis Francisco Romero: su episcopado en Santiago y en Quito”, en Boletín de la Academia Chilena de la Historia (Santiago de Chile), n.º 101 (1990), págs. 235-280
- P. Borges (ed.), Historia de la iglesia en hispanoamérica y Filipinas (siglos XV-XIX), t. II, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1992, págs. 435-616
- R. Hartmann, “El obispo de Quito Luis Francisco Romero y el catecismo quichua de 1725”, en S. Dedenbach-Salazar Sánez (ed.), La lengua de la cristianización en Latinoamérica: catequización e instrucción en lenguas amerindias, Bonn, Centre for Indigenous American Studies and Exchange (CIASE), Department of Social Anthropology, University of St. Andrews, 1999
- VV. AA., Diccionario Histórico de Bolivia, t. II, Sucre, Grupo de Estudios Históricos, 2002, pág. 784.