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El viejo del saco
El viejo del saco | Bienvenido a Misterios |
Su origen es tan antiguo como la historia de la humanidad
Autor: Miguel Angel Ducci
El viejo del saco (también llamado: viejo del saco, viejo del costal, el hombre de la bolsa, el viejo de la bolsa) es un personaje mundial del folclore infantil. Su origen es tan antiguo como la historia de la humanidad misma, pero aún no se ha podido explicar de donde nace realmente. Las variantes de esta figura aparece en todos los países del mundo como el hombre o viejo del saco. Se le suele representar como un hombre que vaga por las calles cuando ya ha anochecido en busca de niños extraviados para llevárselos metidos en un gran saco a un lugar desconocido. Este personaje es caracterizado como un asustador de niños, y se utiliza como argumento para asustar a los niños y obligarlos a que regresen a casa a una hora temprana.
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En Chile, y Argentina y en particular en las zonas Sur y Austral, es conocido sobre todo como "El Viejo del Saco" que camina por el barrio todos los días alrededor de la hora de la cena.
En España, el hombre del saco se representa generalmente como un medio y el hombre viejo increíblemente fea y flaca que come a los niños se portan mal que colecciona. En Brasil, o homem do saco es retratado como un hombre adulto, por lo general en forma de un vagabundo, que lleva un saco a la espalda, y recoge significa hijos desobedientes para vender. En Honduras y México se portan mal los niños temen "El Roba Chicos", o un niño-ladrón, que es muy similar al "Hombre del Saco".
En Armenia y Georgia, los niños se ven amenazados por la "Bag Man" que lleva una bolsa y secuestra a los que no se comportan. En Hungría, el hombre del saco local, el mumus, que se conoce como zsákos brasa, literalmente, "la persona con un saco".
En Turquía, el Öcü (menos a menudo llamado BOCU) es una criatura asustadiza lleva un saco de capturar y mantener a los niños. En Polonia los niños se asustan con el bebok, BABOK o bobok o que también se retrata como un hombre con un saco.
En la República Checa y Eslovaquia, una criatura similar se conoce: Bubák. Es una criatura de forma atípica, conectado con la oscuridad, miedo y lugares tenebrosos. El carácter de čert, el diablo, se utiliza para que en vez ("No seas malo o čert te llevará lejos!").
En Rusia, Ucrania y Bielorrusia, buka ("бука"), babay ("бабай") o babayka ("бабайка") se utiliza para mantener a los niños en la cama o que dejen de comportarse mal. Tártaro lo conocen como El Babay es un "hombre viejo". A los niños se les dice que "babay" es un viejo o monstruo con una bolsa, generalmente escondido debajo de la cama, y que los llevará al basural si se portan mal.
Este personaje no se considera o percibe como una criatura mítica o fantástica por los niños. En su lugar, se reconoce como un asesino psicótico loco que de alguna manera ha sido aceptada por la sociedad, que le permite tomar un niño que ha sido dado a él de buen grado por los padres decepcionados o cualquier niño que no está en casa al anochecer o la hora de la cena.
1550 Alemania
En Alemania existía hace bastante tiempo la historia del viejo del saco., alias: Bütze, Buhmann, Mummelmann, Popelmann
La imagen nos muestra un dibujo realizado alrededor de 1510. Un hombre salvaje camina en cuatro patas hacia la derecha con un bebé muerto en su boca. Varias partes del cuerpo de otras víctimas se encuentran dispersos en el suelo; una casa de campo con la mujer y los niños en el fondo a la izquierda; los escudos sajones están en el nivel superior izquierdo superior. Grabado en madera hecha por Lucas Cranach el Viejo, Alemania, 1510-1515 (c.).
1910 Apodo a Infanticidas españoles
Se debe dejar claro, que antes de estos infanticidas, el viejo del Saco ya existía
La figura del Hombre del Saco se hizo mundialmente conocida en forma masiva en este siglo a través de los primeros medios de comunicación (diario, revistas y radio) con los criminales españoles famosos por secuestrar y matar a un niño.
En 1910 en Gádor, Almería, España, Francisco Ortega "el Moruno", era un enfermo de tuberculosis que buscaba desesperadamente una cura para su enfermedad. Para ello acudió a la curandera Agustina Rodríguez, quien a su vez le envió al barbero y curandero Francisco Leona. Al parecer, Leona ya tenía antecedentes criminales y, a cambio de 3000 de los antiguos reales, le reveló "la cura": beber la sangre que emanara del cuerpo de un niño y untarse en el pecho mantecas calientes.
Leona y Julio Hernández el tonto, hijo de la curandera Agustina, se ofrecieron a encontrar al niño. Y así fue como, en la tarde del 28 de junio de 1910, secuestraron a Bernardo González Parra, de siete años y natural de Rioja. Metiendo al niño en un saco, los criminales lo trasladaron hasta un cortijo aislado en Araoz que Agustina tenía preparado.
Un hermano de Julio Hernández el Tonto, José, fue a avisar al cliente "el Moruno", dejando a su mujer Elena haciendo la cena.
Más tarde se sumó un quinto cómplice, José Hernández que ayudó a su madre Agustina y a su hermano Julio a sujetar al niño, mientras que Leona le abrió una ancha herida en la parte alta del costado, cortándole las arterias que afluyen al corazón, mientras, Moruno sostenía una olla para recoger la sangre y luego bebérsela. Posteriormente, Francisco Leona abrió al niño en canal con una navaja barbera y Julio sostuvo los bordes de la herida para mantenerla abierta y fuese más fácil para Leona extraer las entrañas, que el Moruno se colocó en el pecho esperando que le hicieran recuperar la salud.
Como si esto no fuera suficiente, trasladaron a Bernardo al barranco de Jalbo, donde no les bastó con ponerlo en un hoyo, sino que le machacaron la cabeza con la intención de desfigurarle la cara, pero no se detuvieron hasta que la masa encefálica quedó pegada a las piedras.
Acabado el ritual, ocultaron el cuerpo sin vida en una grieta, tapado con hierbas y piedras sin ser enterrado, situada en un lugar conocido como Las Pocicas.
A la hora de repartir los 3000 reales que había pagado el Moruno por los servicios, el curandero Leona intentó engañar a su cómplice Julio el Tonto sin obtener buenos resultados. Dándose cuenta de las intenciones de Leona y para vengarse de él, Julio le contó a la Guardia Civil que había visto el cuerpo de un niño cuando perseguía a unos pollos de perdiz.
Desenlace
Cuando las fuerzas de la Guardia Civil llegaron al lugar, todo el pueblo delató a Leona, pues antes o después había cometido muchas irregularidades, tal vez alguna de ellas de tipo delictivo. Detenido, a la hora de prestar declaración inculpó a Julio y viceversa. Finalmente, tras mil y una excusas, ambos confesaron el crimen. Cuando el cuerpo fue encontrado, éste estaba boca abajo con el cráneo completamente destrozado.
El curandero Leona fue condenado al garrote vil, pero murió en la cárcel. El cliente, Ortega, y Agustina, la curandera, fueron ejecutados. José, uno de los hijos de Agustina, fue condenado a 17 años de cárcel. La mujer de éste, Elena, fue absuelta. Y Julio el Tonto finalmente fue condenado a muerte también, pero resultó indultado por ser considerado demente.
Todavía viven personas en pueblos como Rioja o Gádor, que son capaces de recordar las coplas que corrieron en esos tiempos, ensalzando la figura del Cabo Mañas, que capturó a los despiadados autores.
Chile: También tuvimos un "Viejo del Saco" o "El Monstruo de Carrascal"
Lo que muy pocos saben que en Chile existió un "Viejo del Saco", hoy olvidado por todos a pesar de haber remecido las noticias crónicas rojas y, fue uno de los casos policiales más impactantes del Chile en 1954-1956.
Francisco Varela Pérez, oriundo del sector de Hierro Viejo, en Coquimbo, era un vagabundo alcohólico que pululaba por las calles de Santiago. Su nombre "saltó a la fama" luego que se encontraran los restos de un menor estrangulado y violado en un sitio eriazo de la capital, en 1954.
El cuerpo de la víctima, según las pericias policiales, correspondía a un menor que vivía en la calle, identificado como Luis Vergara Garrido, de tan sólo seis años. Poco duraría el anonimato de Varela, pues tras este ataque, el individuo de 52 años fue atrapado por la policía al ser reconocido por un joven de 16 años, quien lo denunció por haber intentado violarlo.
"El Viejo del Saco" era harapiento y adicto al vino. Era común verlo merodear en avenida Carrascal, en el centro de Santiago. Quienes veían por primera vez a Varela, sorprendía que tuviera su mano derecha mutilada. Sin embargo, esto no le impidió cometer asesinatos: a sus víctimas las estrangulaba con la mano izquierda.
Los peritos de Investigaciones no demoraron en conectar el asesinato del niño de seis años con Varela. Al confesar la autoría de sus delitos ante los efectivos de la policía civil, el psicópata afirmó haber cometido entre uno y dos ataques sexuales al mes, justificando la "pequeña cifra" con su "vejez". Nunca se pudo determinar el número real de sus víctimas, ya que el sujeto peregrinó por varios poblados del país, principalmente alrededor de provincias, y porque en ese tiempo no existían registros rigurosos.
El caso impactó a la policía y a la prensa de la época, la que no dudó en llamarlo "El Monstruo de Carrascal". Varela tenía una explicación para los crímenes que cometía: "el vino me excita".
"El Viejo del Saco" fue condenado por la justicia a la pena capital. En 1956 fue fusilado.[1]
Krampus
- Léase articulo completo Krampus
Krampus es una criatura del folklore de países alpinos. Según la leyenda, esta criatura (demoníaca en apariencia) castiga a los niños malos durante la temporada de Navidad, en contraste con el Viejo Pascuero, quien premia a los niños buenos con regalos. Se dice que Krampus captura a los niños particularmente traviesos en su saco y se los lleva con él.
Fuentes y enlaces de interés
- Schmutzli: the Swiss Santa's sinister sidekick. Swissinfo.
- Bruce, Maurice (March 1958). "The Krampus in Styria". Folklore 69 (1): 44–47. doi:10.1080/0015587X.1958.9717121.
- The Tonton Macoutes: The Central Nervous System of Haiti’s Reign of Terror. Council on Hemispheric Affairs (COHA)
- Revista de la Sociedad de Estudios Almerienses, (Almería, enero y marzo de 1911. 2 vols). Excelentísima Diputación Provincial de Almería.
- «El Vampiro de Gádor» (1928).
- Revista PORQUE (5 fascículos publicados en los años sesenta).
- Preocupante realidad: En Chile cada sesenta minutos se extravía un niño/10 abr 2008
- Cada año desaparecen más de 250.000 niños en Europa/ 25 sept 2015
- wikiwand/Kinderschreckfigur
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