Captura de Buques de la Confederación 21 de Agosto 1836
Captura de Buques de la Confederación 21 de Agosto 1836 | Bienvenido a Departamento Historia de Chile |
Capturando buques peruanos
La expedición del General Ramón Freire Serrano había producido una situación tan tensa en las relaciones entre los países, que la guerra era inminente. La expedición del General Freire era una provocación indesmentible del Mariscal Andrés de Santa Cruz, que Chile no podía permitir.
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Pero, el desequilibrio de fuerzas era demasiado grande.Para ello el Ministro Diego Portales Palazuelos ideó un audaz plan para desbaratar las intenciones de la Confederación.
Mientras enviaba a la fragata "Monteagudo" a someter al General Ramón Freire en Chiloé, simultáneamente ordenó el 13 de agosto de 1836, zarpar al bergantín "Aquiles" y a la goleta "Colo Colo" para apoderarse de los buques peruanos que se encontraban surtos en El Callao. Entregó el mando de esta empresa al Coronel Victorino Garrido, en calidad de comisionado del Gobierno de Chile.
El Comandante del "Aquiles" era el Capitán de Fragata Pedro Angulo Novoa, conocido por su pericia y valentía. La "Colo Colo" fue enviada a Arica e Islay para apoderarse de los buques y embarcaciones allí existentes.
El "Aquiles" navegó directamente a El Callao, siendo retrasado por un temporal que lo desarboló, pudiendo recalar a ese puerto sólo el 21 de agosto de 1836.
En El Callao, al amparo de los fuertes, permanecían al ancla las naves de la Confederación: la barca "Santa Cruz", los bergantines "Arequipeño" y "Fundador" y la goleta "Peruviana". A la medianoche de ese día, el Comandante Pedro Angulo al mando de cinco botes, se apoderó consecutivamente de la "Santa Cruz", "Arequipeña" y ""Peruviana".
El bergantín "Fundador" estaba desarbolado y sin su cubierta, por lo que no era una presa rentable. Los buques capturados fueron llevados por los marinos chilenos, fuera de la bahía para amarinarlos, para su llevada a Chile.
La cólera del Mariscal Andrés de Santa Cruz lo llevó a detener al Encargado de Negocios de Chile, pero luego recapacitando sobre su inmunidad diplomática, lo dejó en libertad y le concedió un pasaporte para dejar el país.
La firme actitud de Victorino Garrido llevó a la firma de un tratado en el que se establecía que Chile no capturaría ningún otro buque de la Confederación, se comprometía a retirarse de las costas peruanas en el plazo de diez días y podía mantener los buques apresados hasta que se llegase a una arreglo definitivo.
Además, las partes se comprometían en no aumentar sus fuerzas navales durante el plazo de cuatro meses y el Encargado de Negocios podía volver a Lima.
2 de septiembre: La flotilla zarpó de El Callao rumbo a Valparaíso, donde recaló el 23 de septiembre de 1836.