Antonio de Guill y Gonzaga
Antonio de Guill y Gonzaga | Bienvenido a Biografías |
Gobernador de Chile desde el 18 de septiembre de 1762 hasta 1768
Antonio de Guill y Gonzaga (☆ Valencia, 1715 – † Santiago de Chile, 24 de agosto de 1768). Español que fue Gobernador de Chile.
WikicharliE Patrimonio de Chile
Hijo del caballero de Calatrava Francisco Guill y Tomás y de Ana Gonzaga y nieto del oidor de la Audiencia de Sevilla Blas Gonzaga Villoslada, comenzó la carrera militar en el regimiento de Infantería de Guadalajara.
1759
25 de junio de 1759: Ya graduado de brigadier, fue nombrado gobernador y capitán general de Panamá
1760
Carlos III lo designó gobernador interino de Chile.
1761
En octubre de 1761 fue nombrado gobernador en propiedad y capitán general.
1762 Llega a Chile
21 de agosto de 1762: Abandona el cholo puerto de Callao, con destino a Chile, trayendo consigo un ingeniero desde Panamá, llegando al puerto de Valparaíso la tarde del 18 de Septiembre de dicho año. 18 de septiembre de 1762: Llega a Valparaíso, por la tarde, tomando de inmediato posesión de su cargo.
25 de septiembre de 1762: Camino a Santiago, decide detenerse en Casablanca, donde escribió una carta al Rey de España dándole cuenta del proyecto que en su oportunidad le expuso al Virrey.
3 de octubre de 1762: Don Antonio llega a Santiago y toma posesión de su cargo como Gobernador. Dado que era un gran admirador de la obra de la Compañía de Jesús así como el desarrollo económico y técnico impulsado por los jesuitas alemanes, el Gobernador Guill nombra, como su confesor personal, al padre Carlos von Haimbhausen, en aquel entonces Procurador Jesuita y Rector del Colegio Máximo de San Miguel.
Al llegar su primera prioridad fue resolver los problemas que había dejado el terremoto que asoló Concepción el 21 de mayo de 1751.
A finales de octubre de 1762 España declaro la guerra con Inglaterra. Como la ciudad de Santiago no estaba preparada para recibir ningún ataque mandó construir un resguardo de fajina para evitar un desembarco, planificó el establecimiento de una fundición en Valparaíso, solicitó a la colonia del Sacramento e Uruguay, el envío de fusiles y ordenó la construcción de una casa de pólvora.
Explotaciones mineras de Chile
Preocupado por la suerte de las explotaciones mineras de Chile, ya en 1762 el gobernador Antonio Guill y Gonzaga había dispuesto una visita general de los minerales, trapiches e ingenios de moler metales en todo el reino. Visitador fue nombrado Diego Contador Ponce de León, quien a poco renunció en favor de su padre Francisco Contador. El objeto de la comisión era preparar un informe acerca de sus labores, los arbitrios que se deberían considerar para el arreglo general del ramo y, en especial, proponer providencias que sirviesen de normas en los establecimientos mineros. La visita comenzó en el asiento de Petorca y abarcó Illapel, Copiapó, La Serena y Coquimbo[1]. Terminó sin mayor brillo, limitándose el visitador a dar algunas normas técnicas y a examinar los títulos de las pertenencias. La minería dependía, entonces, en lo político y gubernativo, de los gobernadores y, en cuanto a justicia, los jueces ordinarios fungían de alcaldes de minas[2].
1763
En abril de 1763 descubrió unas minas de azufre en la provincia de Coquimbo. Ese mismo año fue promocionado a mariscal de campo.
1764
A principios de 1764 España firmó la paz con Inglaterra.
En el plano administrativo tomó la importante decisión de dejar dividida la ciudad de Santiago en cuatro cuadrantes. En noviembre de ese mismo año convocó a las tribus araucanas a un parlamento que se celebraría en diciembre en Nacimiento.
Desde poco tiempo después de tomar posesión del cargo de gobernador había decidido erigir poblados en la Araucanía con el fin de concentrar en ellos a la población indígena. Se trataba de una estrategia con fines religiosos y políticos: la labor de evangelización de los misioneros sería más cómoda y se podría controlar a los indígenas con mayor facilidad. Aceptaron la propuesta los caciques de Angol, Minico, Lucán, Cullén, Repocura y Maquehua. Las autoridades hispanas convencieron de la bondad del proyecto a más indígenas mapuches y enviaron a cada pueblo las herramientas necesarias para llevar a cabo la construcción de las casas.
Se fundaron muchas villas en los partidos de Angol ―San Carlos, San Miguel y San Julián―, Rocalgüe de la Purísima Concepción, Marben ―San Ignacio, San Antonio de Burén, San Javier de Chacaico, San Juan de Dios de Requen o San Borja de Malleco―, en Tucapel, en la jurisdicción de Arauco las villas de San Joaquín de la Mazeta, los Santos Reyes de Rauco, San Vicente Ferrer de Deunco... Guill y Gonzaga declaró el pueblo de Talcahuano “Puerto de Registro Surgidero y Amarradero de Naves”[3].
Traslada la ciudad de Concepción a su actual emplazamiento
Debido a los terremotos. el Gobernador Guill decide trasladar este año la ciudad de Concepción, desde su antiguo emplazamiento en Penco, hasta su actual ubicación en el denominado Llano de Mocha.
De esta forma, junto con la construcción de los principales edificios públicos don Antonio Guill se preocupó de edificar, en 1765, el nuevo Hospital de Concepción.
Traslado de nuevos médicos a todo Chile
Desde distintas partes del mundo, y durante el esplendor de la Compañía de Jesús y bajo el mando del gobernador Antonio de Guill y Gonzaga, se produjo una gran migración de connotados médicos extranjeros hacia diversas ciudades de Chile:
- 1762: Llegan los sacerdotes y médicos don Juan Álvarez y Francisco Calaf a Santiago.
- 1762: El Dr. Ignacio Zúñiga se trasladó a La Serena
- 1762: El cirujano Juan Leal a Valparaíso
- 1765: El francés Dr. Juan Roche a la ciudad de Concepción
- 1765: El Dr. Reinaldo Cortés a la ciudad de Talca. Léase: Historia del Hospital de Talca
- 1767: El cirujano Mauricio Gutiérrez a la Isla de Juan Fernández
1765 La primera vacuna administrada en el mundo fue en Chile en contra de la viruela
La historia oficial nos dice que la primera vacuna usada mundialmente contra la viruela fue inventada y desarrollada en el año 1796 por el médico británico Edward Jenner. No obstante, y siendo honestos, la primera vacuna usada oficialmente en contra la viruela fue desarrollada y administrada, a miles de ciudadanos chilenos en 1765, a instancias del Gobernador de Chile, don Antonio Guill y Gonzaga, con la ayuda del sacerdote jesuita Joseph Zeitler a cargo de la Botica de los Jesuitas, supervisada por el médico irlandés Domingo Nevin McHugh, y administrada por el sacerdote y médico chileno Manuel Chaparro, este último discípulo del Dr. Nevin y segundo médico titulado en Chile (pues el primer médico chileno fue el sacerdote de la orden de San Juan de Dios, don Matías del Carmen Verdugo).
En efecto, y tal como nos lo describe el médico don Ricardo Cruz-Coke en su libro “Historia de la Medicina Chilena”, fue el Dr. Manuel Chaparro quien en el año 1765 inoculó en la dermis, a miles de personas, pus de pústulas de variolosos para prevenir la enfermedad de la viruela. Este procedimiento de variolización fue la primera prueba exitosa de prevención de enfermedades infecciosas, puesto que las personas variolizadas no fallecieron como tampoco desarrollaron posteriormente esta enfermedad.
En dicho libro histórico su autor, el Dr. Cruz-Coke, reconoce que la etapa final del gran auge médico y sanitario se desarrolló bajo el gobierno de don Antonio Guill y Gonzaga. Así, entre 1763 y 1766 ordenó finalizar el famoso acueducto desde la Quebrada de Ramón hasta la Plaza de Armas de Santiago, solucionando así el problema secular del agua potable[4].
1766
Fundó la Villa San Carlos de Yumbel (hoy Yumbel) y refundó los pueblos que había sufrido por el terremoto: Minico y Huequén.
Malón de Curiñaco
Tal movimiento bélico se describe como levantamiento general de 1766 y una reacción a la política de fundaciones. Respecto de esta revuelta:
Los orígenes de esta estuvieron en la proposición que hicieron los jesuitas al gobernador Guill y Gonzaga de reunir a los mapuches en pueblos. Los padres de la Compañía pensaban, muy ingenuamente, que bastaba aquello para evangelizar y civilizar a los infieles [...] pusieron manos a la obra, fundando una serie de pueblos que de tales tenía apenas el nombre [5].
Levantamiento mapuche destruye 39 pueblos al sur del río Bío-Bío
25 de diciembre de 1766: Un levantamiento general mapuche destruye 39 pueblo fundados por el gobernador Antonio de Guill y Gonzaga al sur del río Bío Bío
Se produce un importante levantamiento indígena, conocido como el "Malón de Curiñanco", en el que se abalanzan en forma simultánea un gran número de mapuche sobre las villas levantadas o en construcción, quemando las casas y destruyendo las iglesias de las misiones, y fruto de lo cual los habitantes de los pueblos destruidos, como de las haciendas, hubieron de ponerse a salvo arrancando al norte del Bio Bio. Hablamos de una rebelión generalizada, si bien limitada en el tiempo, y que llegó a su fin en la medida que la intención de fundar pueblos quedó sólo en eso, en intención.
Explicación
La explicación sobre la responsabilidad de los jesuitas en los sucesos y la calificación de su propuesta como irreflexiva, están muy difundidas.
Así Bonilla (1988) apunta que: Antonio de Guill y Gonzaga convocó a un Parlamento en Nacimiento el 8 de diciembre de 1764, para proponer a los naturales, aconsejado por un grupo de jesuitas jóvenes que desconocían la idiosincrasia mapuche, construir pueblos en que estos deberían vivir definitivamente, favoreciendo de esta manera la evangelización ([6]
1767 Expulsión de los Jesuitas
5 de abril de 1767: El Rey Carlos III de España, dicta el Decreto de Expulsión de los religiosos de la Compañía de Jesús y el extrañamiento de sus bienes. Copia de dicho decreto fue enviada al Gobernador de Santiago, don Antonio Guill y Gonzaga, ordenándole que con fecha 26 de agosto de aquel año debiera realizar, a las tres de la madrugada, el apresamiento de todos los religiosos pertenecientes a dicha orden y su traslado al puerto de Valparaíso para su expulsión de estas tierras.
Dicho comunicado le provocó gran tristeza y contrariedad, por lo cual muchos han comentado que –leal a la Compañía- violó el secreto comendado dando aviso previo a los religiosos para que los mayores bienes y tesoros fuesen resguardados con el mayor de los sigilos.
- 3 de agosto de 1767: Fundó San Carlos de Chonchi[7]
- 26 de agosto de 1767 3:00 de la madrugada: A su pesar, hizo cumplir la orden de expulsión de los trescientos cincuenta y dos jesuitas que residían en Chile, embarcándolos en el puerto de Valparaíso.
- 14 de diciembre de 1767: El Acta fechada en este día de Antonio de Guill y Gonzaga, pertenecientes al volumen 95, declaró las condiciones en que viajaban algunos jesuitas: “con la misma camisa que habían salido…”, y, en cumplimiento con la tarea de la Junta de Temporalidades, hace consciente la necesidad de que los viajes de “estrañamiento” como llama él, se hagan con la mayor “humanidad” posible[8].[9]
La verdadera historia de la expulsión
La orden de expulsión de los jesuítas de Chile fue remitida desde Buenos Aires el 7 de agosto de 1767. Cruzó la nevada cordillera a través de un correo extraordinario llevado por el oficial Juan Sala, el cual se encargó de mantenerla oculta. Recién el 26 de agosto de 1767, salió a la luz del día dicha orden, cuando a las tres de la madrugada, quedaban arrestados todos los miembros de la Compañía de Jesús en todas las casas del país. Entonces se reunió a los religiosos en una habitación, se les intimó el decreto del Rey Carlos III, se procedió inmediatamente a aislar a los Padres y Hermanos y se empezó a hacer el inventario comenzando por los libros de cuentas. Los jesuitas de Santiago fueron trasladados a Valparaíso. Los procuradores de cada casa, fueron retenidos dos meses hasta terminar los inventarios[10].
Valparaíso se convirtió en el centro principal de concentración.
30 de abril de 1768: Desde allí, 24 jesuítas fueron embarcados directamente a España, en el navio “El Peruano”, llegando a Cádiz el 30 de abril de 1768. Mientras los de Mendoza, de San Juan y San Luis fueron enviados a Buenos Aires, los demás fueron conducidos desde Valparaíso hasta el puerto del Callao en Perú, donde llegaron en distintos barcos, algunos con notable demora entre los meses de marzo y julio de 1768.
Del Callao se los transportó en distintas naves hasta el Puerto de Santa María, unos por la ruta del Cabo de Hornos, otros por la vía de Panamá.
El P. Xavier Baras que había llegado con una expedición de 20 jesuítas jóvenes a Chile, tuvo que volver de Buenos Aires a Europa con sus 20 alumnos.
En total fueron 360 los jesuitas expulsados de Chile:
- 11 eran novicios
- 40 estudiantes
- 76 hermanos coadjutores
- 233 padres,
- 20 que había llevado desde España el padre Baras.
Según los cálculos del P. Walter Hanisch:
- 9 jesuitas chilenos desaparecieron por darse a la fuga
- 10 fallecieron en Chile antes de la partida al destierro
- 13 durante la deportación.
- 3 se quedaron en Lima por motivo de grave enfermedad.
El último jesuita, el Hermano José Zeitler
El último jesuita que salió de Chile, fue el Hermano José Zeitler de origen bávaro (nacido en Waldsassen/Palatinado el Alto); el debió permanecer en Chile durante cuatro años por la dificultad de encontrarle reemplazante en el cargo de boticario del Colegio Máximo en Santiago; salió el 22 de octubre de 1771 de Chile, llegando al puerto de Santa María el 17 de junio de 1772 [11].
Los jesuitas de la provincia de Chile en seguida eran remitidos desde España a Italia, donde el P. Jaime Andrés, que pertenecía a la curia jesuita de Roma, asignó la pequeña ciudad de Imola como residencia para los jesuitas de Chile. Imola contaba con unos 8.000 habitantes. Por haber prohibido España que llevasen los nombres de sus regiones geográficas, los jesuitas americanos adoptaron los de los Patronos de las ciudades donde residían en Italia; así los chilenos formaron la provincia de San Casiano, y fueron repartidos en 17 casas en Imola, cada una a cargo de un Superior. Al terminar su gobierno, el P. Provincial Baltasar Huber regresó como sus compatriotas a su provincia alemana, y le siguió en el cargo de Provincial el mencionado padre Xavier Baras [12]
Efectos de la expulsión de los Jesuitas en Chile
En el caso de Chile, la expulsión de los jesuitas produjo efectos también en el sector político, moral y económico. En el aspecto político, el Rey perdió un buen aliado para la causa de la independencia. Entre las causas remotas externas de la independencia deberían de figurar la expulsión de los jesuitas. En el orden moral el pueblo tomó conciencia de lo injusto de la medida con el consiguiente desprestigio para el poder real. En cuanto a lo económico, la producción y el comercio nacional sufrieron una paralización. En suma, la expulsión significó para el Rey la pérdida de un buen aliado, para el pueblo significó una injusticia y para la economía nacional un factor de detención en su desarrollo [13][14]
† Su muerte en 1768
Sufrió un ataque de parálisis que se repitió en enero de 1768 que le imposibilitaba trabajar. El gobierno quedó entonces en manos del oidor decano de la Audiencia de Chile, Juan de Balmaseda y Censano Beltrán.
24 de agosto de 1768): Don Antonio falleció a los 53 años en Santiago, sus restos descansan en la Iglesia de la Merced de Santiago.
Precedido por: Manuel de Amat y Junyent 1755-1761 |
Gobernador Real de Chile 1762-1768 |
Sucedido por: Juan de Balmaseda y Censano Beltrán 1768-1770 |
Fuentes y Enlaces de Interés
- ↑ Archivo Tribunal de Minería vol. 7, p. 2a., p. 3a., p. 4a. y p. 5a.
- ↑ Informe de Juan Egaña de 1805 en Archivo Tribunal de Minería vol. 10. La legislación aplicable era, en orden decreciente, las Ordenanzas dispuestas por Francisco García de Huidobro en virtud de autorización dada por la corona mediante real cédula de 1 de octubre de 1743 y aprobadas por el gobernador Domingo Ortiz de Rozas a 29 de mayo de 1755; las disposiciones mineras de las Ordenanzas del Perú, recopilación elaborada por el licenciado Tomás de Ballesteros en 1683 bajo orden del virrey Duque de la Palata; las normas sobre minería de la Recopilación de Leyes de Indias de 1680 (particularmente diversas leyes de los título 19 y 20 del libro 4º.); las Ordenanzas del Nuevo Cuaderno de Felipe II y la normativa castellana no derogada.
- ↑ Talcahuano es una comuna histórica del centro sur de Chile, parte de la conurbación del Gran Concepción, junto con otras seis comunas. Fue fundada en 1764 como “Puerto de Registro Surgidero y Amarradero de Naves" y desde entonces ha mantenido esta vocación de ciudad puerto.
- ↑ INFORME D. Los Desastres naturales de Chile/M. A. Ducci/Amazon
- ↑ Jara, A. & Pinto, S. (1981). Fuentes para la historia del trabajo en el Reino de Chile. Legislación. Tercera parte. Continuación. Revista Chilena de Historia del Derecho, 8, 131-210. Pág. 31.
- ↑ Bonilla, T. (1988). La “gran guerra” mapuche 1541-1883. Análisis crítico histórico. Historia militar de Araucanía. Santiago de Chile: Instituto Geográfico Militar. Págs. 195-196.
- ↑ Juan Mancilla Pérez. Pueblos de Chiloé, p. 56. Castro 2008
- ↑ archivonacional/Compañía de Jesús
- ↑ La lectura del documento es absolutamente accesible, ya que los volúmenes y específicamente el mencionado, cuenta con un tamaño de 22 cm. de ancho, por 38 cm. de largo. Con fojas muy bien conservadas por la materialidad del documento. A simple vista se puede establecer la utilización de un papel verjurado, esto quiere decir, que dichas láminas fueron elaboradas con pasta de fibra vegetal y en ausencia de productos químicos, por lo tanto, de excelente cálida y duración en el tiempo. En cuanto a la letra, podríamos decir que tiene un carácter de procesal lo que hace que el documento sea de una lectura comprensible y descifrable, relevante de mencionar, ya que no son siempre legibles documentos de más de 200 años.
- ↑ Hanisch Espíndola 1969a: 93-95
- ↑ Hanisch Espíndola 1972: 46-59
- ↑ Hanisch Espíndola 1972: 60-66.
- ↑ Edwards Orrego 1990: 231
- ↑ Los jesuitas expulsados de Chile (1767-1839), sus itinerarios y sus pensamientos/Johannes Meier/pdf
- Félix de Berroeta. Antecesor en el Gobierno de Chile.
- Manuel de Amat y Junyent: Antecesor Félix de Berroeta en el Gobierno de Chile.
- Juan de Balmaseda y Censano Beltrán: Sucesor en el Gobierno de Chile
- Archivo General de Indias (Sevilla), Contratación, 5697, n.º 6, “Residencias de la Audiencia de Chile, 1775, Residencia del mariscal Antonio Guill y Gonzaga, gobernador y capitán general de Chile, por José Clemente de Traslaviña, oidor de la Audiencia de Chile”, Inventario de la Sección de Escribanía, t. IV.
- A. de Alcedo, Diccionario geográfico-histórico de las Indias Occidentales o América, Madrid, M. González, 1786; *V. Carvallo Goyeneche, Descripción histórico geográfica del Reino de Chile por don Vicente Carvallo Goyeneche, Santiago de Chile, Imprenta Librería del Mercurio, 1875
- D. Barros Arana, Historia general de Chile, Santiago de Chile, Rafael Jover, Editor, 1884-1902
- J. T. Medina, Diccionario biográfico colonial de Chile, Santiago, Impr. Elziviriana, 1906
- G. Guarda, Flandes indiano. Las fortificaciones del Reino de Chile 1541-1826, Santiago de Chile, Ediciones Universidad Católica de Chile, 1928
- A. Ballesteros y Beretta, Historia de España y su influencia en la historia universal, Barcelona, Salvat editores, 1949, vol. V.
- J. L. Espejo, Nobiliario de la capitanía general de Chile, Santiago de Chile, Bello, 1967
- G. Guarda, La ciudad chilena del siglo XVIII, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1968.
- J. Fuentes, L. Cortés, et al., Diccionario histórico de Chile, Santiago de Chile, Zigzag, 1999
- G. Guarda, Nueva historia de Valdivia, Santiago de Chile, Ediciones Universidad Católica de Chile, 2001.
Lectura Recomendada
INFORME D - Los Desastres naturales de Chile/M.A. Ducci/amazon